
Para visitar la región de O’Higgins en Chile y disfrutar de los muchos panoramas de su zona, hay un lugar que quiero destacar por su servicio de atención al cliente que ofrecen a los huéspedes, usted encuentra un ambiente formal familiar y con onda relajada sin descuidar la atención. Sólo en los mejores hoteles se puede señalar que si la calidad perdura, incluso en un gran terremoto, es porque el lugar es de excelencia.

Nuestra experiencia con el servicio hotelero del Hotel Mar Andino de la ciudad de Rancagua se remonta un día antes del gran terremoto que aconteció a Chile en el año 2010, suceso que tuvo una magnitud de 8,8 en la escala de momento sísmico (Mw). Este sismo fue el segundo más grande en la historia del país después de 1960.

Conocimos el Hotel Mar Andino, una tarde de verano cuando regresábamos del sur de Chile y por lo largo del trayecto, decidimos descansar y hospedarnos en este punto de la ciudad de Rancagua a dos horas de distancia de Santiago de Chile.
El Hotel Mar Andino se encuentra en los alrededores del centro de la ciudad de Rancagua, en ese momento era un Hotel nuevo y llegamos a un recinto donde los autos se estacionan frente del sector de las habitaciones las cuales eran bajas pero espaciosas. El Hotel cuenta con sector de restaurant-cafetería y edificio de dos pisos. Las dependencias, por lo tanto, son cómodas sobre todo para el viajero que anda con mucho equipaje tipo explorador aventurero, por lo que debe ordenar generalmente su vehículo cuando llega a un destino.

La noche del 27 de febrero de 2010, había una luna preciosa, la noche se interrumpió a las a las 3:34 de la madrugada con el fenómeno telúrico, como la habitación era baja de un piso, sentimos seguridad, pero veíamos el mueble como se sacudía para todos los lados y el ruido de la tierra era impresionante. Sabíamos que era algo fuerte y grave, los chilenos tenemos vivencias a lo largo de nuestra historia con los movimientos sísmicos.
Cuando se calmó la tierra, salimos y nos subimos a la camioneta a buscar unas luces a apilas que se colocan en la frente de cada persona, tipo minero. La única radio que funcionaba era la frecuencia AM. Pudimos escuchar una radio de San Juan, Argentina, al otro lado de la cordillera de Los Andes que informaban que se había provocado un terremoto en el vecino país de Chile.
Después vino lo impresionante, cuando llegamos al lugar de la recepción del Hotel Mar Andino vimos muchos pasajeros que estaban en pijama, alterados y todos sin información porque el país había sufrido una catástrofe. Nos reunimos en el patio sin peligro que se viniera abajo alguna pared u árbol.
A la mañana siguiente, había llegado refuerzos del personal del Hotel Mar Andino a limpiar las botellas de vino que habían caído en el sector del bar, dejando manchas rojas de cabernet Sauvignon esparcido en el suelo, expandiendo el aroma de este reconocido licor chileno.
Jamás sospechamos encontrarnos que el personal del Hotel había ordenado y preparado el comedor con mesas tipo buffet con comida fría para el desayuno: Frutas, variedades de quesos y fiambrerías, repostería, tipos de panes, leche y jugo envasado. Fue conmovedor que el equipo de Mar Andino dispuso mesas con mantel sin descuidar el decoro, con el fin de ofrecer un desayuno para todos.
En ese momento, inolvidable de la vida, se podría haber eximido al personal del servicio de ofrecer desayuno a sus clientes. Para mi interior, me imaginaba que ellos tenían familia, una vida que debían estar con los suyos, pero no, ellos estaban con nosotros ayudándonos, acogiéndonos de una manera u otra. Fue ahí que decidí algún día relatar y felicitar esa humanidad y compromiso con los huéspedes de esa noche, felicitar al equipo de todas las jerarquías de este Hotel porque no es fácil lograr tener un personal coordinado, detallista, preocupado y generoso que entrega lo más valioso de cada uno para rescatarnos.

Este año 2025 volvimos un mes de febrero al Hotel Mar Andino de la ciudad de Rancagua, no se nota el paso del tiempo, ofrecen más servicios gastronómicos y les puedo decir que esas noches dormimos tranquilos, nos sentimos atendidos y vimos la predisposición y voluntad del personal por cuidar que el servicio hotelero siga siendo de calidad, en este Hotel el cliente es lo más importante.