El Txoko Alavés

Lo Más Reciente

Síguenos

El Txoko Alavés, es un restaurante que esta muy bien ubicado, se encuentra en uno de los barrios más hermosos de la Capital, en Bellas Artes, en una estrecha calle llamada Mosqueto, la cual esta completamente rodeada de árboles por los lados, lo que le da un toque distinto.

En Merced con Mosqueto a la altura 485 se encuentra el restaurant.

En la fachada del local se presencia un aire vasco y luego ya al entrar, es una pequeña barra quien recibe a los comensales. Cuando llegamos al lugar estaba algo vació, pero al cabo de unos minutos, esto se comenzó a llenar (eran alrededor de las 12 horas), a tal punto que había que esperar unos segundos para ser atentido, lo más llamativo del restaurante, es que se llena de extranjeros, nos pudimos dar cuenta de eso, porque comenzamos a escuchar unos acentos españoles y gringos, que provenían de  la barra. 

Fachada de El Txoko Alavés.

Comenzamos a ver la carta. Los precios de los platos no sobrepasaban los ocho mil pesos, la mayoría estaba en un valor promedio de los siete mil, en cuanto a los postres estos no superaban los 3 mil, sumando y restando una persona para ir a comer al Txoko Alavés debe llevar entre unos 10 a 15 mil pesos. Sin duda, un precio razonable de acuerdo a los  valores del mercado gastronómico.  

Entre tanto observar el lugar nos comenzó a dar apetito, y lo primero que pedimos fue unas entraditas tamaño individual, que estaban en la vitrina al lado de la barra y que tentaban a cualquiera. 

El servicio en general fue rápido, ya que todo lo que pedíamos estaba preparado o lo preparaban al instante. Debo señalar que la mayoría de las entradas estaba preparada con huevo y atún, lo que para comenzar antes del plato de fondo era bastante fresco y liviano.

Entradas de atún, huevo, morrón y bastante aliño que le da el gustito español.
Siguiendo, con la gastronomía de El Txoko,  luego de terminar estas pequeñas pero contundentes entradas, seguimos con unos postres típicos de la cocina española, probamos el «Pantxineta» y «Merengue Vasco». Los postres llegaron al instante, pero esta vez no quedamos tan conformes, eran demasiado cálidos para la ocasión, (32°C de calor en Stgo.). Además, tengo que destacar que la masa esta un poco dura.

Merengue Vasco, es un postre muy remojado, tiene buen sabor.

Pantxineta, es medio tibio, lo que no lo hace agradable para comerlo en verano.

Finalmente, el lugar esta bien adornado, aunque es pequeño resulta ser acogedor. Tiene una buena ubicación, pero no tienen estacionamientos, lo que agrega un valor adicional de unos (3000 pesos), al almuerzo o cena. Pero aún así hay que destacar el servicio del personal, todos sonrientes y amables dispuestos atender de la mejor manera independiente de la cantidad de pedidos y el trabajo que tengan, lo que se valora y hace más grato el disfruta.

Terminando con el comentario y haciendo un balance final de lo que fue la visita a este restaurante vasco, se puede decir que entre precio y calidad esta en la media de las ofertas gastronómicas del sector, y en  relación al sabor de las comidas, tiempo de espera y disfrute, lo calificaría como bueno y obviamente lo recomendaría a quienes tienen la curiosidad o el gusto por la comida típica de España.

Comparte Este Artículo

WhatsApp
Facebook
Twiter
Pinterest